Un estudio reciente realizado por Asetra evidenciaba la principal inquietud de los talleres de reparación: su rentabilidad. Este dato no solo es “preocupante” por la cantidad de negocios que se ven afectados en este sentido, sino que además potencia otro de los grandes problemas del sector, como es la falta de mano de obra. Sobre ello hablaba Ana Ávila, directora corporativa de Asetra, en una entrevista en Capital Radio…
“Ver que los números no salen desmotiva mucho”, señalaba Ávila durante la entrevista haciendo referencia a uno de los principales datos extraídos del estudio realizado por la asociación madrileña: el 68% de los talleres están “poco”, “muy poco” o “nada” satisfechos con su rentabilidad.
Esta situación se suma, como explicaba Ávila, a la “excesiva normativa que tienen que aguantar” los talleres, los impuestos que tienen que pagar, las inspecciones a la que tienen que someterse, incluso cuando ven que hay talleres clandestinos en su misma calle a los que “no se les hace ninguna”.
Y especialmente se detenía en el grave problema de la falta de mano de obra de los talleres: “los jóvenes no se quieren ni acercar al mundo de la automoción”, y afirmaba: “A mí me preocupa mucho porque ahora no hay personal, pero ¿qué va a pasar dentro de cinco o diez años?”. Ávila mencionaba que antes, cuando cerraba un taller, otro nuevo abría después por traspaso o relevo generacional, pero que ahora cada vez es más común ver que un taller cierra y que lo hace definitivamente.
Explicaba que la falta de mano de obra y de relevo generacional es además una consecuencia de algunas realidades que vive el sector. Por ejemplo de la falta de rentabilidad de los negocios, que arrebata a los talleres la idea de contratar más personal, a pesar de necesitarlo: “¿Cómo te planteas contratar a una persona? Y si lo haces, ¿cuánto le vas a poder pagar? Te gustaría pagarle un sueldo estupendo, pero no puedes”.
Esto además influye en la percepción que los jóvenes tienen del sector, viéndolo cada vez menos atractivo. Con lo difícil que es encontrar profesionales, afirmaba Ávila, “se mima al buen empleado, pero si la rentabilidad es baja…” los talleres no pueden manejar salarios elevados. Por ello, dejaba claro la importancia de la rentabilidad en los talleres: “Si al taller le va bien, el mercado laboral puede que vaya mejor”.
La FP, clave para atraer a los jóvenes
Asimismo, señalaba una de las palancas base para ayudar a los jóvenes a encontrar atractivo el sector: la FP. Especialmente insistía en la importancia de que los jóvenes salgan formados de ella, con cierta experiencia en cómo es trabajar en un taller y con ganas de dedicarse al oficio.
Por ello apelaba a la importancia de que las Administraciones inviertan en la FP, porque en muchos casos no está lo suficientemente adaptada a la realidad de los talleres y los estudiantes se desmotivan: “No puede ser que estén en las clases con coches de los años 80 y luego toda la tarea de enseñar sea del mecánico, que seguramente no vaya a poderse dedicar todo el tiempo a ellos. A veces llegan al taller sin saber lo básico”, denunciaba Ávila.
Aunque son varios los factores externos que perjudican a la imagen del sector, también hay estrategias que los talleres pueden ir adaptando para hacer atractivos sus negocios, tanto garantizando la permanencia de sus empleados, como llamando la atención de nuevos profesionales. Un ejemplo son los horarios: “Cada vez son más los talleres que se suman a la jornada continua”, un horario que, aseguraba Ávila, es “atractivo para los propios empleados del taller, para la cantera del sector y que los clientes aceptan perfectamente”.